EL MEJOR POLEN DEL MUNDO
En una pequeña colmena, en el norte de un pueblo de Jaén, vivía
una familia de abejas, conocidas como ``Mostazas´´ que se dedicaban a la
fabricación de miel, un oficio que a toda abeja encantaba ya que tenían que
viajar, conocer diferentes flores… y lo mejor de todo probar el producto final que
era dulce y delicioso.
Una mañana soleada de Abril, en plena primavera, la familia
Mostaza aprovechó para ir en busca de la flor ideal que le ofreciera rico
polen.
Según iban de camino, empezó a soplar un viento fuerte, toda
la familia se agarró a un árbol excepto el hijo pequeño, llamado Rally, que
como iba más despacio no le dió tiempo a llegar al árbol y cayó hacia el suelo,
desmayándose en una flor que estaba dormida.
Cuando el viento frenó, la familia, al ver que Rally no
estaba, decidió volver a casa y esperar allí hasta que el pequeño volviera.
Cuando la flor despertó y vio que había algo encima suya empezó
a gritar:
- - ¿Quién me está
aplastando?
Al ver que nadie contestaba empezó a agitar sus lindos pétalos.
Rally empezó a oler el polen que
desprendía la flor y así consiguió despertar y gritó:
- -¿Dónde estoy?
- - Me llamo Margarita y
encima de mí estás. Contestó la flor.
- - ¿Y dónde está mi familia?
- - Debieron de marcharse
a casa debido al fuerte viento.
- - ¡Pero si íbamos a recoger polen! ¡Y ahora yo solo no sé si
sabré volver!
- - No te preocupes, yo
tengo muchísimo polen para regalarte, al ser una flor pequeñita casi ninguna abeja
me quiere porque piensan que mi polen no es bueno.
- -¿Pero qué dices? ¡Si tu polen huele que alimenta!
- -Eso pienso yo pero
muchos no me quieren
- - Yo si te quiero, tengo que volver a casa pero ya sé donde
vamos a venir a por polen cada temporada y vendré a verte siempre que pueda.
- - Genial, ¡ten
cuidado!
Rally cargó con todo el polen que pudo y cogió el camino hacia casa.
Cuando llegó y le vieron sus padres se asombraron de todo el
polen que llevaba, hicieron miel y el resultado fue buenísimo.
Desde entonces, cada vez que necesitaban coger polen, hacían
una visita a Margarita y volvían a casa cargaditos y todos contentos.
